sábado, 29 de mayo de 2010

Definición: COVENIN - SENCAMER

QUE ES COVENIN?

Comisión Venezolana de Normas Industriales.

  • Es el organismo encargado de programar y coordinar las actividades de normalización y calidad en el país.

Para llevar a cabo el trabajo de elaboración de normas, la COVENINconstituye comités y comisiones técnicas de normalización, donde participan comisiones gubernamentales y, no gubernamentales relacionadas con un área específica.

La norma venezolana COVENIN es un documento público, según Decreto reciente de SENCAMER, y por lo tanto todas están a la disposición del público, al igual que las leyes, los decretos y otros documentos públicos.

SENCAMER:

El Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos SENCAMER, es una institución pública, adscrita al Ministerio Del Poder popular para el Comercio; encargada de proponer, organizar y ejecutar las Políticas del gobierno nacional de conformidad a la Ley del Sistema Venezolano Para la Calidad y la Ley de Metrología; realizar acciones para colocar al organismo al servicio de la economía social, el rescate del poder regulatorío del estado y el apoyo al intercambio con justicia entre los pueblos en el marco del Alba, en la búsqueda de la nueva institucionalidad revolucionaria.

El Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos SENCAMER, fue creado en la Gaceta Oficial número 36.618, según decreto Nº 3145, mediante el cual se fusionan el Servicio Autónomo Nacional de Metrología (SANAMET) y el Servicio Autónomo de Normalización y Certificación de Calidad (SENORCA), en un solo servicio autónomo denominado Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (SENCAMER), con rango de Dirección General Sectorial dentro de la estructura organizativa del antes Ministerio de Industria y Comercio.

Prevención de Incendios - Normas COVENIN que aplican

PREVENCIÓN CONTRA INCENDIOS Y NORMAS COVENIN QUE APLICAN A ESTA ÁREA

Conceptos

La Prevención de Incendios engloba todo un conjunto de normas, preceptos y acciones a seguir los cuales están dirigidos a evitar la ocurrencia de un incendio, aplicando las técnicas y estrategias, que puedan minimizar la probabilidad de ocurrencia del mismo.

Riesgos

Pérdidas humanas y/o lesiones personales.

Pérdidas Materiales.

Efectos a nivel social.

Inversión y riesgos en el combate.

Objetivos

Que no se Produzcan los Incendios

Si se Producen

Que no se Propaguen

Si se Propagan

Extinción Rápida

Pública o Privada

PRINCIPALES CAUSAS DE INCENDIOS

Superficies calientes - Materiales sobrecalentados - Electricidad estática - Electricidad

Fumar – Chispa – Fósforos – Fricción – Llamas

BASE LEGAL DE LA PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS EN VENEZUELA

p Decreto N° 1290. Reglamento de las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo.

p Decreto presidencial N° 46. Reglamento sobre prevención de incendio.

p Decreto N° 5473. Reglamento de la Comisión Consultiva del Ejecutivo Nacional en Materia de Incendio.- Resolución N° 597. Normas para la fabricación y venta de los sistemas, equipos y aparatos destinados a la detección y extinción de incendio.

p Normas venezolana COVENIN vigente en materia de incendio.

SISTEMAS DE PREVENCIÓN CONTRA INCENDIO

Sistema de Detección y Alarma Contra Incendios

Sistema Fijo de Extinción de Incendios

Sistema Portátil de Extinción de Incendios

Fases del fuego:

ü Fase Incipiente.

ü Fase de la Llama.

ü Fase Latente.

NORMAS COVENIN 1176 – DETECTORES CONTRA INCENDIO

l CLASIFICACIÓN :

Ø DETECTOR DE CALOR (TÉRMICO).

Ø DETECTOR DE HUMO POR IONIZACIÓN.

Ø DETECTOR DE ÓPTICO DE HUMO.

Ø DETECTOR LLAMA.

Ø DETECTOR COMBINADO.

Ø DETECTOR DE DUCTO.

DETECTOR DE CALOR (TÉRMICO).

Ø TEMPERATURA FIJA.

Ø TERMO VELOCIMÉTRICO.

Ø TIPO FUSIBLE.

DETECTOR DE HUMO POR IONIZACIÓN.

l DISPOSITIVO QUE FUNCIONA POR EFECTO DE LAS PARTICULAS VISIBLES O INVISIBLES DESPRENDIDA DE UNA COMBUSTIÓN

DETECTOR DE ÓPTICO DE HUMO (FOTOELECTRICO).

l DISPOSITIVO QUE FUNCIONA POR EFECTO DE LAS PARTICULAS VISIBLES DESPRENDIDAS DURANTE EL PROCESO DE COMBUSTIÓN.

DETECTOR LLAMA.

l DISPOSITIVO QUE FUNCIONA POR EFECTO DE LA RADIACIÓN INFRAROJA, ULTRAVIOLETA O VISIBLES PRODUCIDAS POR UN PROCESO DE COMBUSTIÓN .

DETECTOR COMBINADO.

l DISPOSITIVO QUE FUNCIONA POR EFECTO DE MÁS DE UNO DE LOS FENÓMENOS QUE ANTERIORMENTE SE EXPLICARON.

DETECTOR DE DUCTO.

l DETECTA LOS PRODUCTOS DE UNA COMBUSTIÓN EN EL INTERIOR DE LOS SISTEMAS DE VENTILACIÓN O DE AIRE ACONDICIONADO.

NORMA COVENÍN 758. ESTACIÓN MANUAL

Ø ESTACIÓN MANUAL SIMPLE.

Ø ESTACIÓN MANUAL COMPUESTA.

NORMA COVENÍN 823.
DIFUSOR DE SONIDO

CONSIDERACIONES BASICAS:

Ø LA UBICACIÓN POR ÁREA.

Ø NO SE DEBEN BLOQUEAR.

Ø AL ACTIVARSE SE DEBE ACATAR LA SEÑAL DE ALERTA.

Ø POSEER SU DISPOSITIVO DE SUPERVISIÓN.

Ø LOS SUPERVISORES DE SONIDOS DEBEN ESTAR EN CADA DIFUSOR.

NORMA COVENÍN 1041. - TABLERO CENTRAL DE DETECCIÓN Y ALARMA.

Ø Consideraciones Básicas:

Ø UBICACIÓN.

Ø LUGAR VISIBLE.

Ø FÁCIL ACCESO.

Ø PERMANENTEMENTE VIGILADO.

Ø LEYENDA DE ZONAS.

Ø SUPERVISIÓN DE FUNCIONES AUXILIARES.

SISTEMA FIJO DE EXTINCIÓN CON AGUA CON MEDIO DE IMPULSIÓN PROPIO

Es un sistema para combatir incendios, compuestos por una red de tuberías, válvulas, y bocas de agua, con reserva permanente y un medio de impulsión, exclusivo para éste sistema, el cual puede ser un tanque elevado, sistema de presión, bomba o combinación de estos.

SISTEMA FIJO DE EXTINCIÓN SIN MEDIO DE IMPULSIÓN PROPIO

Es un sistema para combatir incendios, compuestos por una red de tuberías, válvulas, y bocas de agua, pero que carece de reserva de agua y no posee medio de impulsión, este debe ser suministrado de forma exterior a través de los vehículos para combate de Incendios.

SISTEMA DE EXTINCIÓN DE INCENDIOS PORTATIL

Es un sistema para combatir incendios, compuestos de aparatos portátiles (Extintores) que contienen en su interior un agente extinguidor y al ser accionados lo expelen bajo presión, permitiendo la extinción de fuegos en fase incipiente.

Tipos de Extintores:

SEGUN LA FORMA DE IMPULSION:

Ø Presión Directa o Interna.

Ø Presión Indirecta o Exterior.

Ø Por Reacción Química

SEGÚN SU FORMA DE TRANSPORTE:

Ø Portátiles

Ø Sobre Ruedas

Ø Fijos

SEGUN EL AGENTE EXTINGUIDOR:

Ø Polvo Químico Seco

Ø Dióxido de carbono.

Ø Agua

Ø Espuma

Ø Agentes Halogenados

SEGUN SU FORMA DE EXTINCION:

Ø Por Sofocamiento.

Ø Por Enfriamiento

Ø Por Exclusión de Oxigeno

Ø Por Separación De Los Radicales Libres

Ø Mixtos.

Prevencion de desastres - Incendios, Extintores

Definición de fuego http://www.estrucplan.com.ar/producciones/entrega.asp?identrega=100

El fuego se define como un proceso de combustión caracterizado por una reacción química de oxidación (desde el punto de vista del combustible) de suficiente intensidad para emitir luz, calor y en muchos casos llamas. Esta reacción se produce a temperatura elevada y evolución de suficiente calor como para mantener la mínima temperatura necesaria par que la combustión continúe.
A temperaturas elevadas aumenta rápidamente la velocidad de oxidación, produciendo cantidades cada vez mayores de calor por unidad de tiempo, hasta alcanzar el nivel en que se sostiene a sí misma en el medio de reacción, por el calor que produce.

Triángulo del fuego

El fuego puede ser representado por un triángulo equilátero llamado TRIANGULO DE FUEGO, en el que se simbolizan en cada uno de sus lados los factores esenciales para que el mismo exista:

COMBUSTIBLE + COMBURENTE + CALOR: FUEGO

El fuego se extingue si se destruye el triángulo eliminando o acortando alguno de sus lados. Aunque el triángulo de fuego se ha utilizado por años como modelo de fuego, no se pueden explicar con este ciertos comportamientos en determinados fuegos. Por tal motivo se decidió incorporar a la figura anterior un cuarto factor que contempla la naturaleza química del fuego.

Tretraedro del fuego

Se ha descubierto que detrás de las llamas existen una serie de especies activas (iones, radicales libres, carbón libre, etc) que son las responsables químicas en cadena que se producen. Por ello la nueva representación del fuego es el TETRAEDRO DEL FUEGO. Este mantiene la misma simbología similar que el triángulo de fuego. El cuarto elemento es la reacción en cadena.

Definiciones de los cuatro elementos del tetraedro del fuego

Combustible- Agente reductor

Es un combustible es en sí un material que puede ser oxidado, por lo tanto en la terminología química es un agente reductor, puesto que reduce a un agente oxidante cediéndole electrones a este último. Son ejemplos: carbón, monóxido de carbono, hidrocarburos, sustancias celulósicas, solventes, etc. Pueden estar en cualquier estado de agregación: sólido, líquido o gaseoso.

* Comburente- Agente oxidante

El comburente es un agente que pude oxidar a un combustible (agente reductor) y al hacer esto se reduce a sí mismo. En este proceso el agente oxidante obtiene electrones tomándolos del combustible. Son ejemplos: oxígeno y ozono (generalmente en aire), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), halógenos, ácidos como el nítrico y sulfúrico, óxidos metálicos pesados, nitratos, cloratos, percloratos y peróxidos, cromatos, dicromatos, permanganatos, etc.
Desde el punto de vista del incendio, el oxígeno del aire es el comburente principal, agente que alimenta el fuego.

* Calor- Temperatura de ignición

La temperatura de ignición es el tercer factor del fuego. Es la mínima temperatura a que una sustancia (sólida o líquida) debe ser calentada a fin de iniciar una combustión que se sostenga por sí misma independientemente de fuentes externas de calor. Existen otras definiciones importantes:

Temperatura de inflamación: Es la menor temperatura a la que hay que elevar un líquido combustible para que los vapores que se desprendan formen con el aire que se encuentra sobre el mismo, una mezcla que se inflama al acercársele una llama. La combustión no continúa al retira la llama o fuente de ignición.
Temperatura de combustión o ignición: Si se continúa calentado el líquido combustible sobre la temperatura de inflamación se encuentra una temperatura a la cual la velocidad de desprendimiento de vapores es tal que una vez iniciada la combustión, la misma continuará sin necesidad de acercar nuevamente la llama.Temperatura de auto combustión o auto ignición: Es la mínima temperatura a la cual debe elevarse una mezcla de vapores inflamables y aire, para que se encienda espontáneamente sin necesidad de la presencia de una fuente de ignición externa. Este temperatura suele ser muy superior a las anteriores.

* Reacción en cadena

Cuando una sustancias se calienta, ésta desprende vapore y gases, los cuales se combinan con el oxígeno del aire que en presencia de una fuete de ignición arden. En el momento en que estos vapores arden, se libera gran cantidad de calor. Si el calor desprendido no es suficiente para generar más vapores del material combustibles, el fuego se apaga. Si la cantidad de calor desprendida es elevada, el material combustible sigue descomponiéndose y desprendiendo más vapores que se combinan con el oxígeno, se inflaman, y el fuego aumenta, verificándose la reacción en cadena.

Clases de fuego

A los efectos de conocer la peligrosidad de los materiales en caso de incendio y del agente extintor siga las instrucciones: extintor, agua, llamar a los bomberos, mantener la calma, no respirar y no se mueva del sitio en donde se ubica. En Europa y Australia los incendios se clasifican en 6 grupos:

§ Clase A: incendios que implican sólidos inflamables que dejan brasas, como la madera, tejidos, goma,papel, y algunos tipos de plástico.

§ Clase B: incendios que implican líquidos inflamables o sólidos licuables, como el petróleo o la gasolina,aceites, pintura, algunas ceras y plásticos.

§ Clase C: incendios que implican gases inflamables, como el gas natural, el hidrógeno, el propano o elbutano.

§ Clase D: incendios que implican metales combustibles, como el sodio, el magnesio, el potasio o muchos otros cuando están reducidos a virutas muy finas.

§ Riesgo de electrocución (antiguamente conocida como Clase E): incendios que implican cualquiera de los materiales de las Clases A y B, pero con la introducción de electrodomésticos, cableado, o cualquier otro objeto bajo tensión eléctrica, en la vecindad del fuego, donde existe un riesgo de electrocución si se emplean agentes extintores conductores de la electricidad.

§ Clase K: incendios que implican grasas y aceites de cocina. Las altas temperaturas de los aceites en un incendio excede con mucho las de otros líquidos inflamables, haciendo inefectivos los agentes de extinción normales (en España esta clase se incluye en la B).

En Estados Unidos los incendios se clasifican en cuatro grupos: A, B, C y D.

§ Clase A: incendios que implican madera, tejidos, goma, papel y algunos tipos de plástico.

§ Clase B: incendios que implican gasolina, aceites, pintura, gases y líquidos inflamables y lubricantes.

§ Clase C: incendios que implican cualquiera de los materiales de la Clases A y B, pero con la introducción de electrodomésticos, cableado o cualquier otro objeto que recibe energía eléctrica, en la vecindad del fuego.

§ Clase D: incendios que implican metales combustibles, como el sodio, el magnesio o el potasio u otros que pueden entrar en ignición cuando se reducen a limaduras muy finas.

A veces suele añadirse un quinto grupo, la Clase K. Se refiere a los incendios que implican grandes cantidades de lubricantes o aceites. Aunque, por definición, la Clase K es una subclase de la Clase B, las características especiales de estos tipos de incendios se consideran lo suficientemente importantes para ser reconocidos en una clase aparte.

Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede abrasar algo que no está destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras y a seres vivos. La exposición a un incendio puede producir la muerte, generalmente por inhalación de humo o por desvanecimiento producido por la intoxicación y posteriormente quemaduras graves. Para que se inicie un fuego es necesario que se den conjuntamente estos tres factores: combustible, oxigeno y calor o energía de activación

Protección contra Incendios

http://www.estrucplan.com.ar/Producciones/entrega.asp?IdEntrega=141

El Dióxido de Carbono y sus Aplicaciones

El dióxido de carbono posee varias propiedades que lo convierten en un agente útil para la extinción de incendio. No es combustible y no reacciona con la mayor parte de las sustancias y proporciona su propia presión para descargarlo del extintor o del cilindro donde se almacene.
En forma de gas o como sólido finamente dividido se lo llama nieve o hielo seco, no conduce la electricidad y puede emplearse contra fuegos de equipos eléctricos en tensión. A su vez no deja residuos eliminando la necesidad de limpieza del agente. A continuación se describen las propiedades básicas del dióxido de carbono que influyen directamente sobre las propiedades de extinción.

Propiedades termodinámicas

En condiciones normales, el dióxido de carbono es un gas. Se licua fácilmente por compresión y enfriamiento y puede convertirse en sólido si continúa comprimiéndose y enfriándose. El efecto de los cambios de temperatura y presión sobre el dióxido de carbono es el siguiente:

Cuando aumenta la temperatura y la presión, aumenta la densidad de la fase de vapor y decrece la de la fase de líquido. A los 31 ºC se igualan las densidades de vapor y líquido y desaparece la separación clara entre las dos fases. Por encima de esta temperatura, el dióxido de carbono a lata presión sólo existe en forma gaseosa, con propiedades intermedias ente los estados normales de líquido y vapor.
Cuando se reduce la temperatura a los –75 ºC puede estar presente en los tres estado en equilibrio entre sí. Esta temperatura se la llama punto triple. Por debajo del punto triple sólo puede existir las fases de vapor y sólido. Por ello cuando el dióxido de carbono a presión atmosférica, una porción se transforma instantáneamente en vapor y el resto se enfría por evaporación y se convierte en nieve carbónica finamente dividida (hielo seco) a una temperatura cercana a –79 ºC.

Propiedades de descarga

Una descarga típica de dióxido de carbono líquido posee una apariencia de nube blanca, debido a las partículas finamente divididas de hielo seco transportadas con el vapor. Debido a la baja temperatura se produce alguna condensación de vapor de agua de la atmósfera, provocando niebla adicional, que persiste hasta algún tiempo después de que las partículas de hielo seco se han depositado y sublimado. El efecto de enfriamiento del hielo seco es generalmente beneficioso para reducir las temperaturas después del fuego.

Electricidad estática

Las partículas de hielo seco que se producen durante la descarga de dióxido de carbono pueden estar cargadas de electricidad estáticas.

Densidad del vapor

El dióxido de carbono tiene una densidad de una vez y media superior al aire a la misma temperatura. La descarga fría tiene una densidad mucho mayor, lo cual explica su capacidad para reemplazar al aire por encima de las superficies en ignición y mantener una atmósfera sofocante. Si se usa el dióxido de carbono como inundación total, su mezcla con el aire resultará más densa que el aire atmosférico.

Efectos fisiológicos

El dióxido de carbono está normalmente en la atmósfera a una concentración aproximada del 0,03 por ciento. En los seres humanos y los animales es un subproducto de la respiración celular. En el cuerpo humano, el dióxido de carbono actúa como regulador de la respiración, asegurando una cantidad de oxígeno adecuada al sistema. Hasta cierto punto, un aumento en el dióxido de carbono en la sangre aumenta la velocidad de la respiración, aumento que llega la máximo a una concentración del 6 al 7 % de dióxido de carbono en el aire. A mayores concentraciones, el ritmo de respiración disminuye, hasta llegar al 25-30 % de dióxido en el aire, que tiene un efecto narcótico que hace que la respiración cese inmediatamente, incluso auque haya oxígeno suficiente. Una menor cantidad de oxígeno hace que esa concentración narcótica sea mucho mayor y pueda llegar a causar la muerte por asfixia.
Se considera que el umbral de dióxido de carbono en el aire cuyos efectos dañinos resultan evidentes, es del 6-7 por ciento. Por encima del 9 %, la mayoría de las personas quedan inconscientes en poco tiempo. Como la concentración mínima del dióxido de carbono en el aire para extinguir un fuego es muy superior al 9 %, hay que prever las adecuadas medidas de seguridad con todos los sistemas de extinción de dióxido de carbono.
El hielo seco que se produce durante la descarga de dióxido de carbono puede producir quemaduras dada su baja temperatura. Hay que avisar al personal de que no debe tocar en ningún caso el hielo seco, residual después de una descarga.

Propiedades de extinción

El dióxido de carbono es un eficaz agente extintor, principalmente porque reduce el contenido en oxígeno de la atmósfera, mediante dilución, hasta un punto en que no puede continuar la combustión. En condiciones adecuadas de control y aplicación, resulta también beneficioso el efecto refrigerante, sobre todo cuando se aplica directamente sobre el material que arde.

Extinción por sofocación: En un fuego, el calor se genera por la rápida oxidación del material combustible. Parte de este calor se emplea para que el combustible sin quemar alcance su temperatura de ignición, mientras que una parte importante se pierde por radiación y convección, sobre todo el caso de fuegos superficiales. Si la atmósfera que suministra oxígeno al fuego está diluida con vapores de dióxido de carbono, la velocidad de generación de calor se reduce hasta que sea menor que la velocidad de disipación. El fuego acaba por extinguirse cuando el combustible se enfría por debajo de su temperatura de ignición.
Extinción por enfriamiento: Aunque las temperaturas a las que se produce la descarga de dióxido de carbono pueden llegar a –79 ºC, su capacidad de enfriamiento es muy pequeña comparada con el mismo peso de agua. El efecto de enfriamiento es más evidente cuando el agente se descarga directamente sobre el material en llamas por aplicación local. Una aplicación masiva que cubre rápidamente la zona incendiada ahoga el fuego y contribuye a enfriar el combustible.

Limitaciones del dióxido de carbono como agente extintor

El empleo de dióxido de carbono en fuegos de clase A se encuentra limitado fundamentalmente debido a la reducida capacidad de enfriamiento (las partículas de hielo seco no humedecen o penetran) y debido a recintos inadecuados para mantener una atmósfera de extinción . Los fuegos superficiales se extinguen con facilidad porque el enfriamiento natural tiene lugar rápidamente. Por otra parte, si el fuego penetra por debajo de la superficie o bajo materiales que proporcionan aislamiento térmico que reduzca la velocidad de disipación de calor, se necesita un período de enfriamiento mucho más dilatado y quizá una concentración mayor para la extinción total. Esta condición se conoce como combustión profunda.
El dióxido de carbono no es un agente extintor eficaz contra fuegos de productos químicos que dispongan de su propio suministro de oxígeno (tales como el nitrato de celulosa). Los fuegos de materiales reactivos (como el sodio, potasio, magnesio, titanio y zirconio) y los de hidruros metálicos, no pueden extinguirse con dióxido de carbono. Los metales y los hidruros descomponen el dióxidos de carbono.
El dióxido de carbono no debe ser utilizado en lugares normalmente ocupados a no ser que se tomen las debidas medidas para garantizar la evacuación antes de que se produzca la descarga.

Protección contra Incendios
Propiedades, Aplicaciones y Limitaciones de los Polvos Químicos secos

El polvo seco es reconocido por su eficacia para la extinción de fuegos de líquidos inflamables. También puede emplearse contra fuegos de algunos tipos de equipo eléctrico. El polvo seco normal está limitado a aplicaciones para la extinción de fuegos superficiales con llama de los materiales combustibles sólidos.

Propiedades físicas

Los principales productos básicos que se emplean en la producción de polvos secos disponibles son: bicarbonato de sodio, bicarbonato potásico, cloruro potásico, bicarbonato de urea- potasio y fosfato monoamónico.

Estos productos se mezclan con varios aditivos para mejorar sus características de almacenamiento, de fluencia y de repulsión al agua. Los aditivos más comúnmente empleados son estearatos metálicos, fosfato tricálcico o siliconas que recubren las partículas de polvo seco para conferirles fluidez y resistencia a los efectos de endurecimiento y formación de costras por humedad y vibraciones.

Estabilidad

Los polvos secos son estables, tanto a temperaturas bajas como normales. Sin embargo, como algunos de los aditivos pudieran fundirse y hacer que los materiales fuesen pegajosos a temperaturas más altas, se recomienda, generalmente, una temperatura máxima de almacenamiento de 49 ºC.

Toxicidad

Los ingredientes que se emplean actualmente en los polvos secos no son tóxicos. Sin embargo, la descarga de grandes cantidades puede causar algunas dificultades temporales de la respiración durante e inmediatamente después de la descarga y puede interferir gravemente con la visibilidad.

Dimensión de las partículas

La dimensión de las partículas de los polvos secos tiene un efecto definitivo sobre su eficacia extintora y se requiere un control cuidadoso para impedir que las partículas excedan del límite máximo o mínimo de su campo de eficacia. Se tiene los mejores resultados en mezclas heterogenias con una partícula media de 20 a 25 micrones.

Propiedades extintoras

Acción sofocante

Se ha creído durante mucho tiempo que las propiedades extintoras de los polvos secos se basaban en la acción sofocante del anhídrido carbónico que se produce cuando el bicarbonato sódico recibe el calor del fuego. Sin duda contribuye a la eficacia del agente igual que lo hace el volumen del vapor de agua que se emite al calentarse el polvo seco. Sin embargo, estos gases no son un factor fundamental en la extinción.
Cuando se descargan los polvos contra combustibles sólidos incendiados, el fosfato monoamónico se descompone por el calor, dejando un residuo pegajoso (ácido metafosfórico) sobre el material incendiado. Este residuo aísla el material incandescente del oxígeno, extinguiendo así el fuego e impidiendo su reignición.

Acción enfriadora

No se puede demostrar que la acción enfriadora de los polvos secos sea una razón importante que explique su capacidad para extinguir rápidamente los fuegos. La energía calorífica requerida para descomponer los polvos secos desempeña un papel primordial en la extinción. El efecto, por sí mismo es pequeño; para que sea eficaz, el polvo seco debe ser sensible al calor y absorber calor a fin de que sea químicamente activo.

Apantallamiento de la radiación

La descarga del polvo seco produce una nube de polvo que se interpone entre la llama y el combustible. Esta nube separa al combustible de una parte del calor radiado por la llama.

Rotura de la reacción en cadena

La teoría de la combustión por reacción en cadena supone que en la zona de combustión se encuentran presentes radicales libre y que las reacciones de estas partículas entre sí son necesarias para que continúe la combustión. La descarga del polvo seco sobre las llamas impide que esas partículas reactivas se encuentren y continúe la combustión de a reacción en cadena. Esta explicación se denomina mecanismo de extinción por rotura de la reacción interna en cadena.

Uso y limitaciones

Los polvos secos se utilizan principalmente para extinguir fuegos de líquidos inflamables. Por ser eléctricamente no conductores, también pueden emplearse contra fuegos de líquidos inflamables en que también participen equipos eléctricos bajo tensión.
Debido a la rapidez con que estos agentes extinguen las llamas, los polvos secos se emplean sobre fuegos de superficies materiales combustibles sólidos. Sin embargo, siempre que se empleen estos agentes contra fuegos de Clase A, de tipo superficial, deben ser complementados con agua pulverizada para apagar las brasas incandescentes o cuando el fuego profundiza pro debajo de la superficie.
Los polvos secos no producen atmósferas inertes duraderas por encima de la superficie de los líquidos inflamables; consecuentemente, su empleo no da como resultado una extinción permanente si las fuentes de reignición continúan estando presentes.
No deben emplearse polvos secos en instalaciones donde se encuentren disyuntores u otros contactos eléctricos delicados como por ejemplo centrales telefónicas puesto que en estas instalaciones las propiedades aislantes de los polvos secos pueden inutilizar el equipo. Debido a la ligera corrosidad de los polvos secos, deben eliminarse de las superficies no dañadas lo antes posible después de extinguido el fuego.
Los polvos secos normales no extinguen fuegos que profundicen por debajo de la superficie. Tampoco extinguen los fuegos de los materiales que se alimenten de su propio oxígeno para arder.

Protección contra Incendios
Agentes Extintores para Metales Combustibles
Los agentes extintores para metales combustibles tienen limitadas aplicaciones. A continuación detallamos las principales características y aplicaciones de cada uno de ellos.

Polvo MET-L-X

Este polvo se suministra en tambores y es adecuado para incendios en los que están involucrados metales como el magnesio, sodio, potasio y aleaciones de sodio y potasio. Este polvo ,cuyo tamaño de partículas se controla para obtener la óptima eficacia extintora, está basado en cloruro sódico con aditivos. Se le añade un material termoplástico para aglutinar las partículas de cloruro sodio en una masa sólida bajo las condiciones de incendio.
El polvo no es combustibles y en su aplicación contra metales incendiados no se producen fuegos secundarios. No existe ningún peligro conocido para la salud que se derive del empleo de este agente. No es abrasivo no conductor.

Polvo Na-X

Gracias a su bajo contenido o total ausencia de cloruros, está especialmente indicado para combatir los incendios de sodio metálico. Tiene una base de carbonato sódico con varios aditivos que se incorporan para hacerlo higroscópico y fácilmente fluido para su empleo en extintores de precisión. También se le incorpora un aditivo que se ablanda y forma una costras por encima de la superficie expuesta de sodio metálico incendiado.
Es incombustible y no se producen incendios secundarios por su aplicación sobre el sodio metálico. No se producen peligrosos personales derivados del empleo de este agente sobre fuegos de sodio, y no es abrasivo no conductor.

Polvos G-1 y Metal Guard

El polvo G-1 Pireno se compone de coque de fundición, grafitado y cribado, al que se le añade un fosfato orgánico. Se emplea una combinación de partículas de distintos tamaños para conseguir buenas características aglomerantes cuando se aplica a un metal incendiado. El grafito actúa como termoconductor y absorbe el calor del fuego reduciendo la temperatura del metal por debajo de su punto de ignición, lo que produce la extinción. El grafito muy compactado también sofoca el fuego y el material orgánico que forma parte del producto extintor se descompone con el calor y produce un gas ligeramente humeante que penetra en los espacios entre las partículas de grafito, impidiendo la penetración de aire. El polvo no es tóxico ni combustible.
El polvo Metal Guard tiene exactamente la misma composición que el G-1. Se trata simplemente de un nombre comercial distinto.
El polvo G-1 es efectivo contra fuegos de magnesio, sodio, potasio, titanio, litio, calcio, zirconio, hafnio, tirio, uranio y plutonio y también se recomienda para aplicaciones especiales sobre fuegos de aluminio, zinc y hierro pulverizados.

Polvo Lith-X

Este polvo especial se compone de una base de grafito con aditivos. Los aditivos le confieren fluidez, de modo que se pueda descargar desde un extintor. Impide el contacto con el agua y extrae el calor de la masa incendiada para realizar la extinción. No se adhiere a la superficie del metal caliente, por lo que es necesario cubrirla completamente con el material.

Polvo de cloruro eutéctico ternario (TEC)

Es una mezcla de cloruro de potasio, cloruro sódico y cloruro bárico que es eficaz en la extinción de fuegos de ciertos metales combustible. El polvo tiene que recubrir el metal impidiendo su contacto con el aire. En los fuegos de astillas de magnesio su acción consiste en la exclusión del aire por la formación de sales fundidas que recubren la superficie del metal. Los pequeños fuegos de uranio y plutonio se han logrado extinguir con este polvo. El cloruro bárico que contiene la mezcla es venenoso, por lo que se debe evitar la inhalación del polvo.

Boralón

Es una mezcla de trimetoxiborano (TMB) y Halón 1211. La incorporación de hidrocarburos halogenados y concretamente halones, reduce los problemas asociados al envejecimiento, la viscosidad a temperaturas bajas, y la inflamabilidad. La adición de halones mejora las características físicas del producto, pero el mismo sigue siendo vulnerable a la hidrólisis, con formación de ácido bórico y metanol, por lo que conviene evitar su contacto con el agua y la humedad atmosférica.
El proceso de la extinción se basa en la descomposición térmica del TMB. En su aplicación normal a incendios de metales , se forma óxido de boro fundido. El desprendimiento simultáneo de metanol podría dar origen a incendios secundarios de clase B pero la presencia del halon reduce esta posibilidad. La capa de óxido de boro en estado de fusión que recubre el metal caliente impide el contacto con el aire. A continuación se puede dejar que el metal se enfríe por sí solo o mediante el empleo, con precaución, de agentes de enfriamiento, como el agua.

Polvo de cobre

Se ha descubierto que el polvo de cobre supera en capacidad de extinción de muchos agentes. Con polvo seco cuyas partículas sean de tamaño uniforme, se consigue apagar los fuegos de litio con mayor rapidez y eficacia que los agentes existente. En el proceso de la extinción se origina una aleación no reactiva de cobre y litio que se forma preferentemente en la superficie del litio fundido. La aleación se convierte en una barrera de exclusión entre el aire y el metal fundido, lo que impide la reignición y favorece el enfriamiento del litio que no haya reaccionado.

Protección contra Incendios
Usos y Limitaciones de las Espumas en la Lucha contra Incendios
Las espumas como agente extintor consisten en una masa de burbujas rellenas de gas que se forman a partir de soluciones acuosas de agentes espumantes de distintas formulas. Dado que la espuma es más ligera que la solución acuosa de la que se forma y más ligera que los líquidos inflamables o combustibles, flota sobre estos, produciendo una capa continua de material acuoso que desplaza el aire, enfría e impide el desprendimiento de vapor con la finalidad de detener o prevenir la combustión.
La espuma se produce mezclando un concentrado espumante con agua en concentración adecuada, aireando y agitando la solución para formar las burbujas. Algunas son espesas y viscosas, capaces de formar capas fuertemente resistentes al calor por encima de la superficie de los líquidos incendiados, incluso en superficies verticales.
La espuma de baja expansión va dirigida a extinguir fuegos causados por derrames de líquidos inflamables o combustibles, o fuegos en depósitos, mediante la formación de una carga coherente refrigerante. La espuma es el único agente extintor permanente que se emplea para fuegos de este tipo. Su aplicación permite a los bomberos extinguir fuegos de una manera progresiva. Una capa de espuma que cubra la superficie de un líquido es capaz de impedir la transmisión de vapor durante algún tiempo, dependiendo de la estabilidad y espesor. Cuando los derrames de combustibles se cubren con espuma, dejan rápidamente de ser peligrosos. Después de un tiempo prudencial puede retirarse la espuma, generalmente sin efectos perjudiciales sobre el producto con el que ha entrado en contacto.
Pueden emplearse para reducir o detener la producción de vapores inflamables procedentes de líquidos o sólidos que no ardan. También pueden usarse para llenar cavidades o recintos donde puedan haberse acumulado gases tóxicos o inflamables.
Las espumas del tipo de alta expansión (20 a 1.000 veces) pueden emplearse para llenar recintos, tales como zonas de sótanos o bodegas, donde resulta difícil o imposible llegar al incendio. En estos casos, las espumas detienen la convección y el acceso de aire para la combustión. Su contenido en agua enfría y el oxígeno disminuye por desplazamiento mediante vapor. Las espumas de este tipo, con expansiones de 400 a 500 pueden emplearse para controlar fuegos de derrames de LNG (gas licuado) y ayudan a dispersar la nube de vapor.
Muchas espumas se generan a partir de soluciones de tensión superficial muy baja y características penetrantes. Las espumas de este tipo son útiles donde existen materiales combustibles de clase A. En dichos casos, el drenaje de la solución acuosa de la espuma enfría y humedece el combustible sólido.
La espuma se disuelve, vaporizando su contenido de agua bajo el ataque del calor y las llamas. Por lo tanto, debe aplicarse a las superficies ardientes a volumen y velocidad suficiente para compensar estas pérdidas y para proporcionar la cantidad sobrante que garantice que se forme la capa residual de líquido inflamable sobre la parte ya extinguida del fuego. La espuma es una emulsión inestable de aire y agua que puede disolverse fácilmente por fuerzas mecánicas o físicas. Ciertos vapores o fluidos químicos pueden destruirla fácilmente. Cuando se emplean otros tipos distintos de agentes extintores en combinación con la espuma, también pueden ocurrir otras formas de disolución. El aire en turbulencia o el violento levantamiento de los gases de la combustión pueden apartar las espumas ligeras de la zona incendiada.
Las soluciones de espuma son conductoras y por lo tanto, no recomendables para fuegos eléctricos. Si se utiliza espuma pulverizada, resulta menos conductora que un chorro compacto. Sin embargo, por ser cohesiva y mantener materiales que permiten al agua ser conductora, la espuma pulverizada resulta más conductora que el agua pulverizada.

Con objeto de que la espuma sea eficaz, deben aplicarse los siguientes criterios para líquidos peligrosos:

El líquido ha de estar por debajo de su punto de ebullición a presión y temperaturas ambientales.
Debe tenerse cuidado al aplicar espumas en líquidos con una temperatura general mayor de 212 ºF (100 ºC). A estas temperaturas de combustible, las espumas forman una emulsión de vapor, aire y combustible. Esto puede generar que el volumen se cuadruplique cuando se aplique a un depósito incendiado, con el peligro de que se produzca espumación o se vierta el líquido inflamado.
El líquido no debe mostrarse destructivo con la espuma empleada ni tampoco la espuma deber ser altamente soluble.
El líquido no debe ser reactivo con el agua.
El fuego debe ser horizontalmente superficial. Los fuegos tridimensionales no pueden extinguirse mediante espuma, a menos que el líquido tenga un punto de inflamación relativamente alto y pueda enfriarse hasta la extinción por el agua de la espuma.

Protección contra Incendios
Las ventajas de utilizar el agua como Agente Extintor (1ª Parte)

Propiedades Físico-químicas

Desde el punto de vista físico resulta importante destacar ciertas propiedades físicas del agua que la hacen el agente extintor por excelencia:

* A temperatura ambiente es un líquido estable.

* El calor de fusión del hielo es de 80 cal/ gr.

* Se requiere 1 caloría para elevar en 1ºC la temperatura de 1 gr. de agua (14,5 a 15,5 ºC Caloría media).

* El calor de vaporación del agua a presión atmosférica normal es de 540 cal/gr.

Se puede deducir que se requiere 100 kilocaloría para elevar 1 Kg. de agua de 0 ºC a 100 ºC (punto de ebullición) y desde allí para llevarla al estado de vapor total se requiere 540 Kilocalorías más. En consecuencia si consideramos que el agua se encuentra a temperatura ambiente (20 ºC) absorberá en total 620 Kilocalorías para transformarse en vapor (Además el vapor puede sobrecalentarse).

Es esta extraordinaria capacidad de absorción del calor, lo que permite su potente acción de enfriamiento, bajando considerablemente la temperatura de muchas sustancias en combustión y la velocidad de transferencia del calor de la combustión a las capas de combustible.

Otro factor de importancia es que al pasar un cierto volumen de agua del estado líquido a vapor, dicho volumen se incremente 1.700 veces, y esta gran masa de vapor formada desplaza la fracción de aire equivalente sobre la superficie del fuego, reduciendo así la cantidad de oxígeno disponible para la combustible.

Observado las distintas formas de actuación del agua se observa que el agua actúa físicamente sobre el calor, el oxígeno y el combustible.

Por último hay que recordar que el calor escapa continuamente por radiación, conducción y convección, sólo es necesario absorber una pequeña parte de la cantidad total de calor que está produciendo el fuego para extinguirlo por enfriamiento.

El agua como agente extintor no ha perdido validez y puede ser considerada como el elemento básico de toda técnica de extinción combinada.

Propiedades de Extinción

La extinción de un fuego sólo se consigue si se aplica un agente efectivo en el punto donde se produce la combustión. Durante siglos, el método empleado ha sido dirigir un chorro compacto de agua desde una distancia segura hacia la base del fuego; sin embargo, un método más eficaz consiste en aplicar agua en forma pulverizada, lo que aumenta el efecto refrigerante del agua y la conversión de agua en vapor. A continuación se detallan las formas en que actúa el agua en un incendio.

Extinción por enfriamiento

En la mayoría de los casos, el fuego se extingue cuando la superficie del material en combustión se enfría por debajo de la temperatura a la que produce suficiente vapor para mantener la combustión.

El enfriamiento superficial no es normalmente efectivo sobre productos gaseosos y líquidos inflamables con puntos de inflamación por debajo de la temperatura del agua aplicada. Generalmente, no es recomendable emplear agua para líquidos con puntos de inflamación por debajo de 100 ºF (37,8 ºC).

La cantidad de agua necesaria para extinguir un fuego depende del calor desprendido por el mismo. La velocidad de extinción depende de la rapidez en la aplicación del agua, del caudal y del tipo de agua que se aplique.

Lo más efectivo es descargar agua a manera que absorba el máximo calor. El agua absorbe el máximo de calor cuando se transforma en vapor y esto se consigue con mayor facilidad así se aplica pulverizada en vez de un chorro compacto.

La aplicación de agua pulverizada se basa en los siguientes principios:

* La velocidad de transmisión del calor es proporcional a la superficie expuesta de un líquido. Para un volumen dado de agua la superficie aumenta drásticamente si el agua se convierte en gotas.

* La velocidad de transmisión de calor depende de la diferencia de temperatura entre el agua y el material en combustión o el aire que lo rodea.

* La velocidad de transmisión de calor depende del contenido en vapor del aire, especialmente en cuanto a la propagación del fuego.

* La capacidad de absorción de calor del agua depende de la distancia recorrida y de su velocidad en la zona de combustión. (En este factor debe tenerse en cuenta la necesidad de descargar un volumen adecuado de agua sobre el fuego).

* Otros factores a tener en cuenta para el control por aberturas y a través de las paredes suelos y techos.

Extinción por sofocación

El aire puede desplazarse e incluso suprimirse si se genera suficiente vapor. La combustión de determinados materiales puede extinguirse mediante esta acción sofocante, que se produce con más rapidez si el vapor que se genera puede confinarse, del alguna forma, en la zona de combustión. El proceso de absorción de calor mediante vapor termina cuando éste empieza a condensarse, transformación que requiere que el vapor ceda calor.

Los fuegos de materiales combustibles ordinarios se extinguen normalmente por el efecto enfriador del agua, no por sofocación creada por la generación de vapor. Aunque este último puede suprimir las llamas, normalmente no extingue dichos incendios.

El agua puede sofocar el fuego de un líquido inflamable cuando su punto de inflamación esté por encima de los 37,8 ºC y su densidad relativa sea mayor que 1,1 y, además no sea soluble en agua. Para conseguir este efecto de la manera más eficaz, se le añade normalmente al agua un agente espumante. El agua debe entonces aplicarse a la superficie del líquido de una forma suave.

Extinción por emulsificación

Se logra una emulsión cuando se agitan juntos dos líquidos inmiscibles y uno de ellos se dispersa en el otro. La extinción por este procedimiento se logra aplicando agua a determinados líquidos viscosos inflamables, ya que el enfriamiento de la superficie de dichos líquidos viscosos, como el fuel-oil número 6, la emulsión aparece en forma de espuma espesa, que retrasa la emisión de vapores inflamables. Generalmente, para la extinción por emulsionamiento se emplea una pulverización del agua relativamente fuerte y gruesa. Debe evitarse el empleo de chorros compactos que produciría espumaciones violentas.

Extinción por dilución

Los fuegos de materiales inflamables hidrosolubles pueden extinguirse, en algunos casos, por dilución. El porcentaje de dilución necesario varia ampliamente, al igual que el volumen de agua y el tiempo necesario para la extinción. Por ejemplo, la dilución puede aplicarse con éxito contra un fuego en un vertido de alcohol metílico o etílico, si se consigue una mezcla adecuada de agua y alcohol; sin embargo, no es práctica común si se trata de depósitos. El peligro de rebose, debido a la gran cantidad de agua que se requiere, y el de espumación, si la mezcla alcanza la temperatura de ebullición del agua, hace que esta forma de extinción sea escasamente efectiva.